El posible traspaso de la Administración General de Puertos (AGP), un organismo descentralizado que depende del Ministerio de Transporte de la Nación, a la ciudad de Buenos Aires despertó la reacción de los gremios portuarios, que rechazan la eventual medida y amenazan con paralizar la actividad.
La Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos (Apdfa) denunció penalmente a las autoridades del Puerto Buenos Aires por la intención de crear una estructura que asegure su continuidad luego del eventual cambio de gobierno y la transferencia al ámbito porteño
El actual interventor en la AGP, Gonzalo Mórtola, rechazó cualquier intento oficial de traspasar la administración del puerto. «Es un delirio. Nos denuncian porque a los gremios les desactivamos muchos de sus quioscos», desafió Mórtola. También rechazó la acusación Ramón Lanús, titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, uno de los apuntados por la denuncia sindical. «No estoy trabajando en ningún esquema de traspaso del puerto»
Cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno porteño reclamó a la gestión nacional, por entonces a cargo de Cristina Kirchner, la cesión del control del puerto a la ciudad de Buenos Aires. Con la llegada de Macri a la Casa Rosada, Horacio Rodríguez Larreta tuvo la misma intención, aunque finalmente se mantuvo en la órbita de Guillermo Dietrich. Ahora, en la víspera electoral, la pelea por el control del puerto vuelve a tensarse a partir de las denuncias gremiales.